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Alberto García Ramos

Creatividad, opción de un atleta estudiante para sobrellevar la pandemia

Actualizado: 4 dic 2020

Alberto García Ramos


La suspensión de las actividades presenciales en la Universidad Nacional Autónoma de México tras el inicio del brote de COVID-19 en marzo pasado afectó a más de 300 mil estudiantes. Cientos de ellos, además de ver transformados sus estudios a la modalidad remota también vieron afectadas sus actividades deportivas que cesaron en su totalidad.




Tal es el caso de Juan Carlos Ibarra, estudiante de séptimo semestre de la Facultad de Ingeniería y jugador de tercer año del equipo representativo de fútbol americano de Ciudad Universitaria, los Pumas. Una vez que la UNAM anunció que se suspenderían las clases y actividades en todos sus campus, Ibarra y el resto de sus compañeros de equipo tuvieron que adaptarse a una preparación que nunca en sus carreras habían vivido: desde casa.


“Adaptarse a esta nueva modalidad fue complicado en primera instancia. Al momento en que nos dijeron que iban a ser sólo unos días, quizá unos meses, se buscaron opciones viables para mantener el desarrollo físico que llevábamos desde enero. Como equipo nos preocupaban dos aspectos principalmente: el físico y el táctico, pero éste último se solucionó fácilmente con videoconferencias, como las clases en línea de la Facultad”, comenta en entrevista el alumno de la carrera de Ingeniería Petrolera.


El torneo de la Organización Nacional Estudiantil de Fútbol Americano (ONEFA), donde participan los Pumas se lleva a cabo entre septiembre y diciembre, lo que significa que, al momento del cierre de actividades presenciales, el equipo se encontraba en la etapa de preparación física, con fuerte énfasis en los levantamientos de pesas y ejercicios cardiovasculares más que el aspecto técnico y esquemático del deporte.


Dicha preparación es algo fundamental para los atletas de alto rendimiento, por esta razón, Juan Carlos Ibarra buscó una alternativa que pudiera acercarlo lo más posible al ritmo de entrenamiento que llevaba, ya que los gimnasios permanecerían cerrados como parte de las medidas del confinamiento en la Ciudad de México.


“Se me ocurrió hacer mis propias pesas cuando llevábamos dos semanas de encierro. En ese momento se pronosticaba que regresaríamos a las actividades en junio, y yo pensé que eran dos meses que podríamos perder de ritmo y actividad”.


Ibarra describe que llenó varias cubetas con cemento para asemejar los discos que se usan en los levantamientos. Con tubos que encontró en su casa, adaptó su propia barra olímpica, y así creó su propio gimnasio en su cochera para no dejar su preparación atlética de lado.


“Realmente no era mucho peso, mi intención era mantener el ritmo haciendo muchas repeticiones de los ejercicios, cumplen su función en ese sentido, no tanto para seguir creciendo masa muscular que es la etapa en la que estábamos antes del encierro, pero sí para no perder ni estar inactivo”.


Con sus propias manos y la ayuda de algunos de sus familiares, las creaciones caseras para llevar su preparación física lo más cerca posible a la normalidad no se detuvieron ahí para Juan Carlos. El atleta, que juega la posición de corredor en el fútbol americano, describe que gracias a un tío soldador pudo crear un “rack”, un artefacto que le permite realizar dominadas y numerosos ejercicios más: “realmente es muy sencillo, pero también es funcional, amplía las oportunidades de hacer más actividades”, comenta.


Como Ibarra, prácticamente todos los miembros del equipo han buscado maneras de que los entrenamientos y la preparación no se detengan. El estudiante describe que algunos de sus compañeros sí tuvieron la capacidad de adquirir discos y barras olímpicas para entrenar desde casa, aunque algunos otros esperaron a que los gimnasios reabrieran hacia agosto y septiembre. “Considero que no es lo más prudente, pero es la manera en que buscaron continuar su preparación, espero que con todas las medidas de prevención y cuidados”, externa.


El pasado 15 de junio, la ONEFA anunció la cancelación de la temporada 2020 dado que las condiciones de la pandemia no permitieron una realización segura del torneo. En ese momento, la preparación para los más de 31 equipos miembros, incluidos los Pumas, tuvo un golpe importante, porque pasó de una posible participación en los partidos a una vez más la fase de “off-season”: el énfasis en el desarrollo físico de los jugadores.


“Pasó la cancelación y comenzaron algunas afectaciones especialmente de motivación. Creo que el entorno es algo que es muy importante en nuestro equipo: en el gimnasio nos estamos jalando uno a uno para ser mejores, mejorar marcas y competimos entre nosotros. Ahora, el tener que hacerlo solo todavía después de meses, se vuelve pesado. Estoy tratando de juntar dinero para poder comprar mis propios discos y otros artefactos porque hacia la siguiente fase de la preparación, mis cubetas van a ser insuficientes, pero definitivamente ha sido complicado todavía hacerlo en casa, la preparación no es la misma”, explica Ibarra.


“También ha sido complicado mantener la motivación entre todo el equipo. Realizamos sesiones de zoom entre las distintas unidades (corredores, receptores, quarterbacks, etc) pero creo que nuestra perspectiva como jugadores nunca nos hizo ver que no habría temporada hasta que en efecto se canceló. Teníamos una mentalidad de que regresaríamos ‘en dos meses, en un mes’, incluso ahorita los entrenadores nos dijeron que estaríamos regresando a los campos el 4 de enero.


“Es un sentimiento de ‘ya falta poco, ya casi regresamos’ que, si bien puede cansar, al mismo tiempo ha logrado mantener ese nivel de unidad entre el equipo. Ayuda también a que los jugadores no se separen por completo de la preparación, y aunque ya no es el mismo número de jugadores, comenzamos las primeras sesiones de “Zoom” en abril con 80 y ahora ya somos 60, al final de cuentas se mantiene la constancia entre el grueso del equipo.”


Como el fútbol americano, prácticamente todas las actividades deportivas en la Universidad Nacional Autónoma de México cesaron desde marzo. Algunos estudiantes atletas como Juan Carlos Ibarra tuvieron que recurrir a métodos caseros, ingeniosos y manuales para poder continuar con su preparación física. Con cemento, cubetas y tubos que encontró en su casa, el alumno de Ingeniería pudo crear lo más cercano a un gimnasio, y así no detener sus objetivos personales como atleta.


Con la pandemia de COVID-19 en México todavía activa, no hay fecha clara de cuándo regresarán las actividades de los deportes amateur en las universidades. Podría tratarse aún de meses los que los jóvenes atletas de las diferentes casas de estudios tengan que buscar maneras de activarse y prepararse para estar listos en esta nueva normalidad.




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