-La irrupción en el Capitolio de Washington será determinante en el futuro político de Trump, asegura Mariana Aparicio Ramírez, coordinadora del Observatorio de la Relación Binacional México-Estados Unidos (ORBEM).
Hasta ahora el ataque al Capitolio más recordado había sido el de las fuerzas británicas durante la guerra anglo-estadounidense de 1812. Fotografía: Tyler Merbler, vía Wikimedia Commons.
Por José Luis Ruperto Mateos
El miércoles 6 de enero se desarrollaba una sesión en el Congreso de Estados Unidos para contar los votos del Colegio Electoral que rectificarían la victoria del presidente electo de Estados Unidos Joe Biden, era un acto rutinario, pero el ambiente se comenzó a poner tenso cuando aliados políticos de Donald Trump cuestionaron los votos.
Mientras eso ocurría al interior del Congreso, frente a la Casa Blanca, Trump se dirigió a sus simpatizantes para reiterar sus acusaciones de fraude electoral. Después sus seguidores marcharon hacia el Capitolio y lo tomaron por asalto, interrumpiendo la sesión que estaba en marcha.
En entrevista para Politikón News, Mariana Aparicio Ramírez, coordinadora del ORBEM, explica que era absolutamente necesario que esa sesión se realizara porque se trata de un acto que cierra todo el proceso de la elección estadounidense y donde oficialmente se declara quién es el presidente electo.
“Hasta ahora se modificó la correlación de fuerzas, la oposición o la objeción que tenían varios estados y distintos representantes del partido republicano respecto a sus estados”, señala la doctora Mariana Aparicio. A raíz de los hechos suscitados, Trump se debilitó en términos políticos y en contraparte se fortalecieron las instituciones y la democracia en Estados Unidos. Aunque es importante no olvidar el poder de convocatoria que aún posee Trump y su capacidad de generar movilizaciones sociales.
De cara a la toma de protesta de Joe Biden, el próximo 20 de enero, Mariana Aparicio considera que hay muchos escenarios posibles, pero principalmente dos: el primero de ellos, que Trump siga manteniendo un discurso ambivalente en el que no condena la violencia y se generen algunas movilizaciones el día de la toma de protesta, lo cual es una opción poco viable.
En el segundo escenario es posible que, a partir de la conjunción de que ya varios republicanos se desmarcaron de Trump y que el Congreso ya está unido, se cierren filas para mantener la democracia en Estados Unidos y se cree todo un escenario para retirarle el cargo a Donald Trump y así sea posible una transición mucho más tersa con el que sea sucesor del poder. Para la especialista, los hechos ocurridos en el Capitolio fueron claves en términos de que ya hay una unidad por la estabilidad y la democracia independientemente del partido político que está en el poder.
¿Qué futuro le espera a Trump?
No hay ningún impedimento legal que inhiba a Trump de volver a ser candidato presidencial. Sin embargo, el asalto al Capitolio será determinante en el futuro político del empresario. Mariana Aparicio considera que si él hubiera aceptado los resultados electorales habría tenido elementos para pensar en una futura candidatura por el partido Republicano y aunque Trump se fuera por la vía independiente quizás su poder político e imagen no le serían suficientes para hacer algo trascendental.
La también docente en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) comenta que aunque Trump quiera seguir en la Casa Blanca tendrá que irse y están las condiciones para que esta transición se dé de forma institucional. Ahora el único aliado que le queda son los ciudadanos estadounidenses que creen en él.
“Creo que hoy las instituciones y el Estado de Derecho en Estados Unidos han salido avante, cerrando filas y diciéndole al mundo: nuestro gobierno funciona muy a pesar de nuestro presidente, y eso es un mensaje muy fuerte para los enemigos de Estados Unidos, pero también para los aliados”, concluye la doctora Mariana Aparicio.
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